Practicar el Arte de lo Genuino


El arte de lo genuino es una práctica sutil. Existen campos energéticos de compasión, entendimiento, agradecimiento, valor, perdón y humildad que rodean el instrumento humano –todo instrumento humano— semejante a como un capullo rodea lo que pronto será una mariposa. Estos campos son los equivalentes energéticos de la huella de la Primera Fuente4 sobre el alma. Éstos existen como oscilaciones coherentes en nuestro mundo de forma, dentro de los más amplios campos energéticos inter-conectores del multiverso, lo que los instructores Lyricus denominan como el Dominio de Unidad. Con frecuencia juntos estos campos son denominados como amor divino –la sangre energética que circula por todo el multiverso— sosteniendo todas las formas de vida tanto las temporales como las inmortales.

El individuo accede más eficiente y efectivamente a estos campos de inteligencia (virtudes del corazón) mediante la activación de los sentimientos genuinos. No es una cuestión de la mente o del razonamiento intelectual. La mente sigue el impulso-guía del corazón en materia de las virtudes y actitudes que contiene. Practicar el arte de lo genuino es atraer magnéticamente las virtudes del corazón a tu consciencia y a continuación expresarlas en tu conducta y acciones hacia todas las formas de vida que cruzan tu camino cada momento en el tiempo y cada centímetro en el espacio en tu mejor forma posible.

Esto es practicar el arte de lo genuino, y cuando esto se hace, tus sentimientos llegan a ser más divinamente inspirados, vigorosamente más magnéticos, más liberadores para todos. La verdad esencial del comportamiento es no olvidar tu conexión divina y tus habilidades co-creativas con la Primera Fuente, a pesar de la culturización de la sociedad. Pero si lo olvidas, la acción esencial es recordar y reconstruir esta unión, y eso es hecho a través de las virtudes del corazón.

Como puedes ver, existen dos componentes principales de esta práctica: atraer los campos de inteligencia que te rodean, y expresar estas emociones y actitudes en tu comportamiento y acciones. Lo que la mayoría de las personas hacen es expresar sus emociones sin atraer los campos de inteligencia que los rodean —sin “absorber” el amor divino que los rodea todo el tiempo en todas las circunstancias. En consecuencia, para practicar el arte de lo genuino, tus sentimientos deben ser extraídos desde el “manantial” que te proporciona la conexión con la Primera Fuente y te da el potencial para expresiones co-creativas. Esta conexión ha existido por tanto tiempo como tú has existido. No ha sido creada recientemente. Quizás, más bien, ha sido recientemente olvidada. Si tú visualizas el diagrama del inicio y te colocas en el centro, imagina que estás atrayendo las virtudes del corazón al interior de tu conciencia y que estás expandiendo la conexión entre tú y la Primera Fuente mientras lo haces. Tú estás despejando los senderos para recibir los sentimientos genuinos de estás virtudes dentro de tu conciencia como nuevos patrones de inteligencia y nuevas expresiones de comportamiento.

Esta visualización puede ser hecha a cualquier hora y en cualquier lugar, y te ayudará identificar la totalidad de esta conexión. Nuestro enlace con la Primera Fuente no está basado únicamente en la compasión y el perdón, está basado en las seis virtudes y mientras que estos títulos o nombres son como caparazones de su verdadero significado (desde la perspectiva energética) ellos se aproximan a la manera en la que cada uno de nosotros está envuelto con el espíritu de la Primera Fuente. Parte de esta práctica es observar cómo tu entendimiento y comprensión de estos nombres o descripciones se expanden y cambian a medida que practicas y ejercitas tu imaginación.

Hay una transferencia mutua de inteligencia que ocurre en esta práctica y te guiará a través del tiempo al volverse más unificada. Eso intensificará y ampliará tu entendimiento de estas virtudes y cómo ellas pueden ser expresadas en maneras nuevas –maneras que quizás tú no has imaginado. Sé paciente con esta práctica. El arte de lo genuino es llamado un arte por una razón. No es algo racional como las matemáticas donde tú tienes energía simétrica entrando y saliendo. Tú estás abriendo tu conciencia a un campo de inteligencia que te rodea todo el tiempo. Tú estás atrayendo como una fuerza co-creativa a esta inteligencia dentro de tu vida tridimensional. Esta fuerza co-creativa es poderosa, dinámica, y milagrosamente inteligente. Ella observará tu práctica antes de que ella surja para fusionarse.

Esta fusión de tu conciencia con el Dominio de la Unidad es denominada de muchas maneras en el mundo de la forma. Pero sin importar su nombre, la práctica del arte de lo genuino acelera esta fusión. Es una disciplina para aquellos que desean ejercitar su memoria divina e intensificar la relación entre ellos mismos, sus semejantes y la Primera Fuente. En esta intensificación, el campo de la conciencia que te rodea magnéticamente atrae nuevas radiaciones que están siendo traídas al planeta dentro de tu microcosmos de vida. Tú puedes jugar con estas nuevas energías como nuevos elementos dentro del proceso co-creativo de manera semejante a como un artista lo hace cuando recibe nuevos colores en su paleta.

Nuestro Creador nos entrega las seis virtudes del corazón a cada uno de nosotros para que a su vez podamos expresarlas –tan fielmente como seamos capaces— a nuestros semejantes. Ese es el propósito en nuestras relaciones tan sencillamente como puede ser representado en el lenguaje. Cuando nosotros colocamos nuestra atención en estas virtudes estamos empezando a practicar su expresión incluso mientras pensamos en ellas. Cuando imaginamos su plenitud –sus estructuras energéticas— estamos practicándolas en un nivel nuevo, más poderoso. La práctica no es solamente expresión; es contemplación y estudio también.

Tú puedes preguntarte por qué el amor no está entre las seis virtudes. Justamente como sucede con la luz del sol, cuando pasa a través de un prisma, y se vuelve multicolor, igual ocurre con el amor, cuando pasa a través del Dominio de la Unidad, se convierte en virtudes del corazón. El amor es la estructura más profunda en el multiverso. Pasa a través de todas las dimensiones de existencia y campos de conciencia hasta que encuentra la huella cristalizada de la Primera Fuente en una forma de vida. Si la forma de vida es consciente, compuesta tanto de mente como de inteligencia del corazón, el amor se canalizará a sí mismo a las virtudes del corazón y entrará en la conciencia de la entidad individual encendiendo su conexión con la Primera Fuente hasta el tiempo cuando la entidad –envainada en un instrumento humano— se re-despierte al limpio ojo del alma.

Las seis virtudes del corazón se mezclan una con la otra y forman un vínculo de amor que funde la vida consciente en el Dominio de la Unidad, y sus sombras, aunque relativamente débiles, vinculan también la vida en las dimensiones inferiores. Cuándo adversarios, acusadores, seductores, o situaciones difíciles entran en tu vida ellos pueden capturar tu atención, impulsándote al interior de la culturización del orden social, alejándote de los sentimientos genuinos de las virtudes del corazón. Eso le sucede a todas las personas en diversos grados.

Practicar el arte de lo Genuino te permitirá recuperar y restaurar tu equilibrio emocional con una destreza que puede sorprenderte. Las virtudes del corazón son magnéticamente poderosas porque ellas son la textura del amor divino –la fuerza más poderosa del multiverso. Cuando tú practicas estas virtudes te sacarán de la culturización del orden social y te colocarán en una posición de co-creación –no co-reacción. La gran mayoría de las personas están practicando el orden social y están sometidas a la regla de la co-reacción. Las emociones están encendiéndose, reprimiéndose, inundando la mente con temor, gobernando el cuerpo, haciendo generalmente la vida más difícil para todos. Además, se pierde o disminuye sustancialmente el sentido de maestría que uno logra en el estado de co-creación con la Primera Fuente. En este estado de co-creación, real o imaginado, el corazón es avivado y despliega talento artístico en la relaciones, sabiendo intuitivamente como navegar sin co-reacción.


La Primera Fuente— La Primera Fuente es una conciencia que habita en todo tiempo, espacio, energía, materia, forma, intención; así como todos los no-tiempo, no-espacio, no materia, no energía, no forma, y no intención. Es la única conciencia que unifica todos los estados del ser en un solo Ser. Y este Ser es la Primera Fuente.Es una creciente e inexplicable conciencia en expansión que organiza la experiencia colectiva de todos los estados del ser dentro de un plan coherente de creación; la expansión y la colonización en los reinos de la creación; y la inclusión de la creación a la Realidad de la Fuente —el hogar de la Primera Fuente.