Dentro del instrumento humano hay muchos centros de inteligencia. En cierto sentido, cada célula es inteligente. Sin embargo, los grupos principales de inteligencia humana están en el corazón y en el cerebro –específicamente en los lóbulos prefrontales, mientras que la principal fuente de inteligencia divina, relativa al cuerpo humano, es la conexión que el corazón tiene con el Espíritu del Creador o dispensación de la frecuencia del amor.
Debido a que el corazón, a nivel físico, es un órgano sensorial independiente, y a nivel energético es un enlace conector al Creador, éste tiene una capacidad para inteligencia divina que es más accesible cuando uno está en un estado de no-conflicto. Una persona en conflicto es aquella que no está segura y está desalineada. El corazón puede prestar, con mayor claridad, su inteligencia al instrumento humano cuando el instrumento humano no está en un estado de conflicto o en turbulencia emocional.
El instrumento humano es análogo a una torre de transmisión, y el corazón es su transmisor. Cuándo el instrumento humano está funcionando en un estado de no-conflicto, transmitiendo desde su centro del corazón, está difundiendo la frecuencia de la Primera Fuente al plano terrestre con tan sólo un pequeño grado de imprimátur humana. Si el individuo está actuando desde un estado emocional de turbulencia y conflicto, será incapaz de acceder a esta frecuencia, mucho menos difundirla.
Consecuentemente, como ya habrás adivinado, el truco es vivir en un estado de no-conflicto, poniendo en práctica un alto grado de auto-regulación emocional de tal manera que puedas acceder más profundamente y transmitir más plenamente tu inteligencia del corazón para el beneficio de todos. Eso es análogo a transmitir sentimientos de apreciación y compasión en vez de decir palabras o realizar acciones equivalentes.
Aquí está otra de las claves. No sé trata de acciones o palabras; se trata del mundo de sentimientos del individuo y qué tan coherentemente expresa este mundo desde su corazón –no con exagerados agradecimientos o suaves sentimientos, sino al contrario con clara inteligencia de apoyo emocional libre de historias, recuerdos, expectativas o juicios.
Aquí está otra de las claves. No sé trata de acciones o palabras; se trata del mundo de sentimientos del individuo y qué tan coherentemente expresa este mundo desde su corazón –no con exagerados agradecimientos o suaves sentimientos, sino al contrario con clara inteligencia de apoyo emocional libre de historias, recuerdos, expectativas o juicios.
