La Realidad del Corazón

Tu corazón energético es multinivel y holográfico, lo que significa que abarca las dimensiones de la vida que van desde el ambiente tridimensional mundano y denso, hasta lo místico y las dimensiones celestiales de la Primera Fuente. En su frecuencia energética del núcleo tu corazón energético está unido a la rejilla de amor que interpenetra todas las dimensiones y toda la vida. En el punto de esta unión, el corazón late dentro del alma, similar a cómo sus ritmos pulsan electromagnéticamente a través del cuerpo.

El corazón del alma humana está en concordancia con el corazón de la Primera Fuente. Recuerda, somos creados a imagen de nuestro Artífice. Dentro de este corazón de corazones está la transmisión sobre la que todos vivimos y tenemos nuestro ser. Es desde aquí que todos hemos sido desviados –nuestras atenciones separadas en un millar de direcciones– olvidando, no, subestimando nuestra inteligencia del corazón y la facilidad con la que podemos aplicar sus poderes especiales.

Las presiones de la vida también te empujan en la dirección de los placeres de la vida, así como hacia sus misterios. No obstante, tú debes encontrar y entonces elegir la dirección hacia tu inteligencia del corazón. Eso no puede ser forzado sobre ti, sin embargo muy pocos comprenden cómo llegar al interior de su corazón energético y activar sus transmisiones de tal forma que puedan ser transmitidas por medio de las capacidades innatas del instrumento humano.

Las distracciones de la mente y subestimar el valor del corazón son las razones por las que los individuos no comprenden cómo activar y transmitir su corazón energético. El corazón con frecuencia es percibido como un subordinado de la mente-cerebro. Es confundido como el asiento de las emociones, por lo que el corazón se ha convertido en un pícaro, una inteligencia no-verbal ajustada a los impulsos del enojo y el miedo así como al amor y a la compasión. En verdad, no existe otra fuerza más estable dentro del instrumento humano que el corazón, ni existe otra fuente de percepción más inteligente.

En los tiempos antiguos el corazón era considerado como el asiento del alma. Era el portal entre el mundo del alma y el mundo del cuerpo-mente. Ha experimentado, en la ciencia de los últimos 300 años, un reposicionamiento como una bomba mecánica de propiedades tecnológicas extraordinarias, aunque no obstante, se le considera un mecanismo de distribución de sangre y poco más.

En los tiempos más modernos, los metafísicos han colocado al corazón dentro de las frecuencias emocionales, señalando su lugar en el plano astral o plano de las emociones. Ellos razonan que el corazón es el centro de emociones y sentimientos del cuerpo, por lo tanto no es gobernado por su propia inteligencia sino más bien por la inteligencia de la mente. Los metafísicos han relegado calladamente al corazón a una posición de expresión emocional que debe por lo tanto ser alineado por los centros mentales, los cuales operan como la guía principal activa del instrumento humano.

Es este reposicionamiento de la misión y función del corazón tanto por la ciencia como por los metafísicos lo que ha minimizado el papel del corazón en el mundo actual, y eso no es por accidente. Al mismo tiempo que la mente-cerebro, es eclipsada por el ego, propone que el corazón sea su instrumento, cuando en realidad es más cierto mencionar que la mente-cerebro es el instrumento del corazón.

El tiempo se está acercando rápidamente cuando la inteligencia del corazón será comprendida correctamente como la fuente principal de la conexión humana con la inteligencia divina de nuestro Creador. Sus capacidades de percepción y su elasticidad de espíritu son una consecuencia de su conexión íntima con la Primera Fuente. Se convertirá en el espejo mediante el cual la humanidad percibirá –en alta definición y detalle incuestionable— las maravillas del alma humana.

Te diré un secreto. Es, como con todas las cosas vitales, un comportamiento simple, elegante, puro y racional. Es la más pequeña de todas las actividades y es muda. Es imposible sentir en su interior la alabanza del ego. Es esto: siéntete tú mismo conectado a tu Creador en tu corazón, pero libera el flujo de amor que llega hacia ti.

El legado del Creador está fluyendo siempre hacia ti en la forma de amor. Se introduce en ti en tu corazón energético y “recorre” su camino hacia tu cuerpo. Desde tu corazón toca tu cerebro y libera hormonas en la corriente sanguínea, que –con el paso del tiempo perfeccionan tus transmisiones. Siente este proceso. Sé consciente que está sucediendo. Co-crea conscientemente su advenimiento. Y cuando lo hagas, lo sueltas con la sencilla orden: “Lo que llega a mí fluye a través de mí.”

¿Percibes cuán simple y elegante es? Hay intención, o co-creación. Hay visualización. Hay la activación de sentirse conectado. Hay liberación. Hay emanación. Hay enfoque centrado en el corazón. Y existe la permanente frecuencia de apreciación. 

Hay una sabiduría de las eras que se ha perdido en el tiempo. Afirma: El corazón es el lugar que debemos encarar a diario porque allí nos encontramos a nosotros mismos.